Cumplir
una promesa implícita es cosa de tiempo, tiempo en el que estés preparado para
consumar el hecho como tal, y lo hice
“Gus”, lo hice.
Ver la conjunción de líneas y pensamientos,
que te introducían a un mundo único y hasta propio, plasmado en una película,
desborda un mar de emociones, gotas cayendo sin cesar. No solo por la historia
en sí, sino el efecto colateral, pensar que no importa cuánto dure esta vida el
olvido es algo inevitable que llegara el día en que todo nuestro trabajo será
nada más que polvo, era un hecho trágico pero no me preocupaba tanto como el
ver que ese trabajo era solo parte de una existencia vaga y no resultado de
haber vivido. Esto es parte de una cruda realidad en la cual el mundo a veces
no era una fábrica de deseos, luces de tristeza encendidas te digan que es
momento de irse, que grandes amores se reduzcan a historias, que la muerte no
asusta en sí, sino los efectos en las personas que amas o tener una vida no
sentenciada por un diagnóstico y desperdiciarla con costumbres de hacer turismo
emocional que nunca digan lo que realmente nos pasa. Haga que fabulosas
historias de amor se truncan antes de empezar, una vida atascada.
¿pero hay esperanza, dentro de la aflicción y
melancolía?, ¿aun en medio de esta fuerza de gravedad que solo parece traerte
al suelo, existe un ápice de redención, manteniéndose en la luz?, quiero creer
que sí, porque al final de esto es de lo que se trata la esperanza aferrarse a
un estado de espera o deseo ante lo más inverosímil e irónico de este camino
que andamos, dicen que sin dolor ¿Cómo conocerías el placer?, o el valor de
algo sin la espera o perdiéndolo, no obstante en los momentos más oscuros el
Señor está presente ingeniándoselas para acomodar todo e incluso ponernos en el
camino a grandiosas personas y sino al menos que nos dejen grandes lecciones. Además
el amor es mantener la promesa pase lo que pase. Así que prométete amor a ti,
tu mundo
La gente dice que no hay segundas
oportunidades pero si todos estuvieran equivocados y cada momento de la vida
viniera con una segunda oportunidad......., seria concluir estas líneas como “una aflicción
imperial”……[TiFOS] sin desenlaces, solo una frase, dejando el final en
puntos suspensivos y creo que es lo mejor, si bien el mundo por lo pronto no
era una fábrica de deseos, bien era una caja de sorpresas.
Claudia Chacolla
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